En el paraje conocido como “Lo de Ramos”, levantaron los monjes agustinos una alquería o casa de labor, con su oratorio, bodega, vivienda, estanque y hornos. También cuidaban animales y plantaron árboles frutales. Tras la Desamortización, la hacienda fue adquirida por Domingo García Torres, en relativo buen estado, pero los enemigos políticos de éste le prendieron fuego, quedando derruida desde entonces. Resulta curioso observar cómo la erupción del volcán de Las Arenas no alertó directamente a la casa pues la corriente de lava se bifurcó poco antes de llegar a ella. Destaca a escasos metros, la localización de un calvario. Este conjunto ha sido declarado Bien de Interés Cultural , con categoría de Sitio Histórico, mediante Decreto 237/2008, de 9 de diciembre, por el Gobierno de Canarias.
Por su parte, los dominicos poseyeron propiedades en Arafo hasta mediados del siglo XIX, como la hacienda de “La Granja”, “La Hermosa”", “los Cuchillo en el Malpaís”, etc. Se apunta la posibilidad que la alquería de “La Granja” perteneciera en un principio a los agustinos, siendo cedida con posterioridad al convento de Candelaria. En las ruinas, situadas en las proximidades del “Monte de los Frailes”, quedan los restos de los que se corresponde con una capilla, cocina, habitaciones, patio en el que pudo estar una torre, destila y una era. Tras la Desamortización, la propiedad pasó a manos de Juan Pedro Batista Torres, quien la transformó profundamente al construir amplias bodegas y lagares. Previamente se habían trasladado las vigas de tea y las lajas al santuario de Candelaria, para hacer la capilla y el convento.